Religión

TEXTOS SELECTOS

Aporte Literario de Selecto Enrique Pérez Sambucety

CIERTOS MODOS DE VIVIR
Usted puede vivir triste, pensando en todo el viento en contra, en las dificultades y los avatares de la existencia. Es indudable que el optimismo no es suficiente para encarar y salir airoso de muchas circunstancias penosas.
Si además, la neurosis lo saca de su equilibrio personal, no hay ansiolíticos ni inmunodepresores que valgan…
Pero siempre tendrá disponible el recurso de la fe.
Usted también puede vivir con parquedad, lo malo sería en ese caso llegar a ser pareja…, porque la vida se nos dio para la palabra, en la comunicación para la convivencia.
Podemos intentar vivir, soplando y haciendo botellas, para llenarlas de egoísmo y disipación, pero nadie querrá ser socio de semejante bodega, si se precia de ser una buena persona.
Si a usted le gusta leer, no crea que por eso es un ratón de biblioteca, piense más bien que, en definitiva, la lectura lo movilizará, en todo caso, para saber escribir mejor su vida.
Más que nada, no se ponga a vivir mirando hacia atrás, la mirada de la esperanza esta puesta, cuando es auténtica, en nuevos y fecundos horizontes…

© Ernesto Alejo Serra

LA DINAMICA AMBIENTAL

Ambiente es originar un clima donde las personas comparten un proceso cultural, en el que confluyen ideas, circunstancias, tiempo, propuestas de continuidad o cambios, criterios, valores y desvalores, esperanzas y pesimismos.

En un ambiente, siempre es decisivo un liderazgo sin capataceo ni mandoneo, solo como catalizador, acelerando o equilibrando el proceso de intercambio, influyendo en la consecusion del bien común.

No hay ningún ambiente neutro, todos los ambientes originan la vigencia de estructuras y sistemas. Si la persona pasa a un segundo tèrmino y los criterios y valores se descartan, los ambientes pueden llegar a ser insoportables para las personas que los comparten.

En cualquier ambiente, puedo intervenir, escuchar y proponer pero tengo que  comprender y aceptar la alteridad, ya que los otros.tambien tienen ideas y propuestas que entran en debate.

Para originar un ambiente vivible, deben confluir el sentido común y los valores autenticos, en la experiencia del vivir y convivir en la verdad, la justicia, el amor y la paz, respetando la libertad de cada persona y de todas las personas que comparten un determinado ambiente.

Pero, cuidado, si rechazamos a priori  las ideas divergentes, sin compartir ni debatir, terminamos confrontando ideologías,, en cuyo caso los ambientes se tornan inviables.

Si nos cerramos al dialogo, el ambiente nos chuparà el ojo de nuestra convivencia y,  por lo tanto, no será productivo para la cultura, o sea, el ser y quehacer humano.

Por lo señalado, no solo se necesitan en los ambientes los agentes de cambio, con principios de inquietud y búsqueda del bien común, sino los humildes dirigentes que, como Jesùs, están dispuestos a servir a sus hermanos como el buen samaritano de la Palabra.

El ambiente – y los ambientes – familia, trabajo, vecindad, instituciones y diversiones o aficciones, aguardan nuestra participación activa y nuestro compromiso verificable.

© Ernesto  Alejo Serra

LA FAMILIA IDEAL

Toda nuestra vida gira alrededor de un eje: la familia. Así lo planificó el Creador de todas las cosas, nuestro Dios y Señor: dice la Escritura: “Dios los hizo varón y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre.” (Marcos 10,6)

 

¿Se puede poner la familia en el plano ideal?

Tenemos que partir, como decimos habitualmente, de la misma realidad. Por eso, la familia ideal no es un invento chino, sino una realidad que nace del amor de Dios. Hoy como ayer, muchas preguntas y dificultades sacuden a la familia. Sueños, ilusiones, lágrimas, fracasos y heridas que no cicatrizan, porque están inmersas en el relativismo, el consumo al cuete, el refregarse uno contra otro sin amor ni perdón. Entonces no sirve convivir, porque nos convertimos en malvivientes, dejamos de ser familia, viene el resentimiento, el abandono, la infidelidad, la separación – dice el sociólogo católico Iván Regadles, consultado por este corresponsal.

Pero a veces es muy difícil mantener una relación de pareja…

Al quitarse a la pareja y al matrimonio su sentido vital de amor reciproco y fructífero en hijos y nietos, el ser humano se degrada y resulta imposible llevar adelante una familia. Si lo que me une al otro son puros intereses utilitarios, estoy perdido, la vida ya tiene un sentido puramente economicista y consumista.

Y ante tantas incertidumbres…¿Qué podemos hacer?

Si nos convencemos de que el futuro humano pasa por la familia, tenemos que procurar que el hogar sea una escuela de humanidad, donde todos sus integrantes, comenzando por los abuelos, es aceptado por lo que es, recordando que todos tenemos derechos y obligaciones.

Fíjese,  que en la familia se aprende a comprender y aceptar a los demás, así como son. Se aprende a amar y perdonar, a ir todos juntos para adelante como familia. Se aprende a ser solidario, buscar lo que es bueno para todos sin egoísmos. Además, lo que mueve a una familia es la fe en su capacidad de llevar adelante un proyecto y un estilo de vida, más allá de modas y apariencias.

 

¿Pero que tiene que ver Dios con la familia de hoy, excepto la visita al templo semanal, según el culto católico?¿Se puede convivir hoy en familia?

Si Dios es el eje de la familia, uno descubre que la vida es buena y que la puedo vivir junto a otras personas, que son mis familiares. El saber que de verdad no estoy solo y que no me van a dejar solo, es bueno, me hace bien, le da sentido a mi existencia.

Fíjase, señor, que usted puede hacer de su familia un lugar de paz, dejando la agresividad a un lado, escuchando a su mujer y a los hijos. Los esfuerzos por dialogar, escuchar y opinar, dan como fruto la tolerancia, la paciencia. Fíjese que si usted está tranquilo, el ambiente mejora. Si usted entra con el hacha en la mano, con la incomprensión como sistema y la reprensión como justificativo para hacer lo que se le canta, la familia no camina, no anda, se va todo al demonio.

¿Por qué se sacude el mundo en el odio y el resentimiento, en la guerra y el latrocinio cultural?

Evidentemente, porque perdimos la convivencia familiar, ese clima de respeto por las personas. No escuchamos al otro, no lo aceptamos, no lo dejamos crecer, no lo estimulamos, no apreciamos sus capacidades ni sus potencias, lo queremos anular o sobrepasar, lo queremos someter a nuestro capricho o peor, a nuestra indiferencia.

¿Es posible hoy, con semejante cambio de uso, modas y costumbres, establecer un dialogo en el grupo familiar?

Hay cosas que hay que tratar en la familia. La familia es formadora de personas, no se trata solo de traerlas a este mundo. Solo Dios es dueño de la vida, por eso es sagrada. Ningún motivo puede justificar la muerte de un inocente. Nadie puede matar, ni los padres, ni el Estado, ni los organismos internacionales, por ningún motivo son dueños de la existencia humana.

Y por ultimo, recordar que la familia educa también en la fe. Hacemos todos silencio en algún momento del día, para escuchar a Dios en familia, en su Palabra, en la bendición de la mesa, en la oración nocturna, en el beso con que nos despedimos hasta el día siguiente, si Dios quiere. Si Dios no tiene un lugar en nuestra casa, la familia se desparrama dolorosamente, perdemos el rumbo, nadie sabe a donde va.

Ante tanta injusticia y exclusión social…¿no resulta utópico hablar de una familia ideal?

La familia ideal no es la que tiene la vida solucionada, sino la que lucha por lograrlo, por respetarse y respetar, por cinchar juntos para el mismo lado, ya que en el hogar se aprende a dar valor a cada cosa, a cada situación. Se aprende a ser gente, a ser persona, a dejar de ser un animal de costumbres y a no tener las costumbres de un animal. Por eso es necesario progresar pero no perder la libertad. El trabajo no puede ser esclavitud. La vida no debe ser sometimiento, más que a la VERDAD, la JUSTICIA, el AMOR, la PAZ y la LIBERTAD. Vivamos asi en familia, como ideal de nuestra vida. CRISTO nos muestra el CAMINO – concluyó Regadlez.

¿CÓMO SE HACE LA VIDA?

Se hace saboreando a Dios, caminándolo a lo ancho y a lo hondo, mirándolo a través de sus colores, oyéndolo a través de sus sonidos, palpándole la perfección y desentrañándole la luz. La vida se hace en el espacio de lo cotidiano, en pequeños trozos de cada día, en ratitos, que encendemos de pasión, en vuelos que se emprenden con besos y son sueños. La vida se hace amando, porque el amor tiene tanto que hacer en el mundo, que no da tiempo para odios ni rencores.

CABECEANDO SUEÑOS

Voy cabeceando mis sueños, son los globos de ilusiones que se llenan de emociones, cuando pongo mis empeños…

Crecen frescas esperanzas de mundos de mil colores, donde crecen los valores de todo lo que tu alcanzas…

Mirar y ver asombrados como el amor se hace fuerte, entonces toda la suerte nos tiene bien empeñados…

Saber que todos los sueños pueden vivirse ahora mismo, sin que ningún pesimismo nos prive de ser sus dueños…
© Ernesto Alejo Serra

CONTEMPLAR

Puedo quedarme en mirar el mundo, la gente, las cosas meditando, pasarme la vida contemplando y a pesar de todo no entender lo que está pasando hoy y acá, en mi persona.
Pensemos la persona al nivel de la vida, aquel nivel en el cual todos podemos contemplar al hombre que soy yo mismo.
Yo como individuo responsable y con motor propio, que se mueve en determinados ambientes. Responsable en mi ser y mi hacer, serio en mis obligaciones, fiel a la palabra dada, capaz de cumplir con mis promesas.
Si llego a ser y hacer así, me contempló como hombre completo.
Cuando digo: -“Yo soy un hombre libre”, es porque he descubierto mis limitaciones.
Cuando afirmo: “Soy creyente” es porque pasé de las fórmulas a la libertad de la caridad.
Pero vayamos a los bifes: ¿Cómo reacciono cuando me tratan mal o injustamente? Cuando me golpean con la indiferencia, el desamor, la infidelidad? Cuando mi hijo no estudia, se droga, es alcohólico? Cuando me asaltan , me roban, me secuestran o lo hacen con un ser muy querido, o con un amigo?
Cómo reacciono ante la basura desparramada en la calle y en los medios de comunicación, con la cloaca tirada a la calle, la depredación de los parques, la contaminación del agua y del aire, los chicos tirados a la calle que están en la delincuencia, los adultos que explotan a esos chicos, toda esta realidad del mundo de las apariencias, la fachada y la hipocresía?
Cuál es mi contemplación ante la enfermedad terminal y ante la muerte? Soy un filósofo “a la violeta” o un religioso “a la que te criaste” ?
Mi ser espiritual me hace contemplar mejor, en detalle, mi ser carnal. Si no es así quiere decir que mi espiritualidad está lejos todavía de la comunión. Y el tipo contemplativo de su ser y el ser de los demás, desemboca en la comunión cristiana.
Mi contemplación , mi contemplar requiere de una práctica activa:
Ser serio porque vivo sonriéndole a la vida; estoy ocupado porque sirvo a los demás; soy un hombre político porque cuido el bien de la familia y de mis vecinos, corriendo el riesgo de la difamación, del agravio , del ataque.
El contemplativo es un hombre de acción.
Su inteligencia espiritual y profética combate el mal y la injusticia, allí donde está. El que contempla es el santo. Y santo es el pecador que quiere dejar su pecado.
Hoy es un día extraordinario para contemplar, imitando, a JESUCRISTO, CONTEMPLAR A DIOS EN NUESTRO SER.

RECREAR

Entramos ahora en una dimensión del buen gusto poco frecuentada hoy, la de recrear.

Pero como ¿No es que ya está todo dicho?

Cada cosa está en su lugar, la casa está en orden, a que ponerse a filosofar o preocuparse. Ya lo creado está, luego lo que me tiene que ocupar es disfrutarlo.

¿Para qué complicarnos la vida?

Y bueno, si quiero seguir mirando por el ojo de la cerradura sin abrir mi corazón, está bien. Lastima que me pierdo esta  oportunidad de recrear mi vida. De transformarla. De cambiarla. De renovarme, de divertirme, de deleitarme. Sobre todo de crear de nuevo.

Para esto tengo que tener despierta mi capacidad de asombro. 

Si ya nada me interesa, salvo mi integridad física cuidada en el  gimnasio y preservada con la prudente y reiterada consulta médica, si lo único que me preocupa y ocupa es tener todo dispuesto para el usufructo de lo ajeno, difícil, muy difícil será que descubra la alegría de recrear mi existencia.

Para recrear se necesita creatividad, es decir, capacidad de originar novedad en lo ya creado.

Si estoy soltero, la novedad será confirmar mi vocación. Si estoy casado, lo mismo. Si soy sacerdote, mi recreación será profundizar y renovar el ministerio. 

Todos podemos recrear nuestra vida, cada día y a cada instante.

Recrear significa muchas veces reconstruir  una relación y una identidad a veces dispersa o confundida por el pecado y la disipación.

Dios nos dice:*He aquí que hago nuevas todas las cosas*

Y mediante su don, su gracia, recrea un hombre nuevo, según CRISTO.

Mi vida  puede ser estéril sin Dios, aunque la genitalidad esté intacta. Es cuando me digo  a mi mismo: “Ya no vale la pena amar” Yo no quiero a nadie, ni a mi mismo”.

O peor todavía: “Yo no soy amable, a mi nadie me quiere”

En esto de recrear estoy tan muerto cuando dejo de amar, tanto como cuando no me dejo amar por Dios. El convierte mi corazón de piedra en un corazón de carne resucitada en CRISTO, PARA AMAR Y SER AMADO.

Señor, puedo y quiero recrear mi corazón, para ser feliz para siempre!!!

Que tenga permanentemente esta inquietud principal de recrear mi vida en vos, todos mis días.

Hoy, ahora y aquí, en Radio de la Costa, estamos recreando una espiritualidad de comunión. A pesar de nuestras penurias y achaques, a pesar de nuestras carencias y fragilidad, queremos recrearnos en Dios para vivir en plenitud nuestro amor en su amor!!!

Ahora es el momento de disponernos al buen gusto de CONOCER…

Esto de conocer es amplio, pero lo vamos a referir en especial al conocimiento de las personas, es decir llegar a poder intimar, es decir relacionarnos íntimamente con alguien.

Por lo general, y sin caer en ambigüedades, es más fácil conocer una cosa y ponerle nombre que llegar a conocer profundamente a otra persona.

Uno de mis hermanos dice irónicamente:- “Me conozco yo y me sobra”.

Más allá de la ironía, puede ser que todavía no se haya interesado realmente y de verdad, en su propia persona, por eso su desinterés por conocer a otros.

Para conocer también se requiere una fuerte inquietud por saber qué está pasando fuera de mi mismo. Me puedo a veces encerrar de tal modo que dejo de percibir, entender y reconocer que hay Alguien que golpea todos los días y a cada instante la puerta de  mis sentidos y mi afectividad.

Algo está ocurriendo en el mundo que yo necesito aprehender, para entender el sentido de mi vida.

Algo está pasando entre mi persona y Dios, que yo necesito conocer.

Mi conocer va en evolución constante, en búsqueda permanente de  un amor que me supera y al mismo tiempo, dispongo, está en mí para volcarse y compartirse.

Mi conocer y creer en el amor, es un conocimiento personal, una experiencia que tengo que realizar: conocer y sentir que Dios me ama.

De este conocer y no de otro, llegara a nosotros una seguridad profunda, un fundamento que da respaldo sólido a cada persona, sacándola de su alineación.

Nuestro mundo, cerrado y limitado por nuestro desamor, al conocer a CRISTO, se lanza hacia delante, porque en esta gran aventura de vivir, la persona necesita una base segura: sentirse amado.

Mi conocimiento de Dios implica un cambio de mentalidad, ya que comienzo a pensar con amor, a vivir del amor.

Los hombres creemos todavía en los juegos mediocres del átomo,  del dinero, del poder político, y podemos hasta creer que nuestros vicios o maldades son un campo donde puede crecer y gozar nuestro ser humano. 

Muchas veces nos preguntamos como llegar a Dios, como conocerlo, como poder llegar ya mismo a tener paz, alegría, felicidad.

CRISTO contesta:”Hace tanto tiempo que estoy con ustedes y todavía no me conocen??”

APRECIAR

Hoy los invito a que tengan el buen gusto de … apreciar. Es decir de poner precio a todo, tasar, valorar, estimar.
Esto es bueno mientras el ser humano sea el sujeto que aprecia algo y no se convierta en un objeto al cual se le pone un precio.   Más claro, si yo me cosifico o me dejo cosificar, es decir si pierdo o me hacen perder mi dignidad de persona, por cualquier motivo que sea, en verdad me despreció, pierdo mi valer y al mismo tiempo, me desprecio, digo entonces que no valgo nada.      En este caso se cumplirá aquello de que cada hombre tiene su precio, en el sentido puramente material del mercado y del consumo. Corremos el riesgo de arancelar nuestra existencia.  Pero como de costumbre nosotros recurrimos a una tasación inaudita: la que Dios hace de cada uno de nosotros.

Cuánto vale el hombre para Dios???
Muchos dirán en este momento que ni un centavo, porque su desánimo, su falta de fe, de esperanza o no haber tenido jamás la humildad de dejarse amar por Dios, les bloqueó el seso o la afectividad profunda. Quiere decir que no abrí mi corazón…

Otros pueden creer en un Dios todoterreno, para que me cure mis enfermedades, me ponga plata en el bolsillo o me proteja con talismanes contra la mala onda.  Si mi conocimiento de Dios va por estos senderos difícilmente puedo llegar a apreciarlo , estimarlo, valorarlo, amarlo sobre todas las cosas.   Para apreciar a Dios, no lo puedo encasillar ni meter en un ábaco o en mi computadora. Dios tiene un precio definitivo, absoluto e infinito, que nos ha sido revelado en la carne de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.

Jesús es el único que pudo pagar con su sangre, en la Cruz, el precio de Dios.

Y a ver si nos avivamos, de una vez por todas, que el precio de Dios es el hombre, todo el hombre y todos los hombres !    El precio de Dios es la humanidad en clave de humildad. No a la soberbia humana, no a la sabiduría de este mundo que me lleva a la náusea.  El precio de Dios es el “Ámense unos a otros como yo los amé”

Los invito esta tarde a apreciar las maravillas de Dios: el agua, el fuego, la luz, el relámpago, el trueno, la lluvia, las cosas creadas, su misericordia con nuestro ser humano.   Y dejo para el final apreciar los valores, los criterios, la vida de CRISTO QUE CON SU CRUZ Y EN SU RESURRECCIÓN nos marcó con el precio de nuestra salvación.

Y lo pagó !

 

CREER

¿Qué tal amigos?

Una vez más, hoy nos encontramos para disfrutar de este momento especial, en que salimos de nuestras falsas seguridades pasando por el ojo de la cerradura y saliendo al espacio infinito de la fe.

Para esto será necesario tener el buen gusto de …CREER, pero sobre todo, purificar, llegar a la esencia de aquello en lo que decimos creer.

Es decir, poner en línea mi vida con mi credo, mediante la razón y la fe.

No me sirve , ni a mi en lo personal, ni a los demás en general, entender ideas, criterios, actitudes, principios y procedimientos paganos y ponerles por encima un barniz de religiosidad, de culto, de liturgia, de proselitismo.

No es con frases hechas o con conceptos estudiados, como pongo la fe en mi vida y mi vida en la fe. Buscar el Reino y su justicia, es lo primero, lo demás es añadidura, nos dice el Señor Jesús.

¿Creemos, le creemos a Jesús?

¿O seguimos confiando solamente en nuestras capacidades y potencias humanas??

Creer, entonces será salir del amor propio y entrar en la humildad, la donación, el servicio, en pos de Jesús, llevando cada uno su cruz y ayudando al hermano a cargar la suya en el duro, conflictivo, penoso camino de la fe.

Tener el buen gusto de creer, es en definitiva, rendirme ante lo evidente, lo comprobable en la fe, es decir, que Dios me ama.

Que me creó sin mi pero que no me salvará del pecado y de la muerte A MENOS QUE  yo lo acepte en CRISTO, 

La idea de un Dios estratosférico ha sido definitivamente superada por la encarnación de JESUCRISTO, HIJO DE DIOS VIVO, que se encarnó en el seno virginal de Maria y se hizo hombre sin dejar de ser Dios.

Este Jesús de Nazaret, verdadero Dios y Hombre, carpintero como su padre adoptivo José, que nació en un establo y murió en una cruz, RESUCITÓ Y ESTÁ VIVO:  AYER, HOY Y SIEMPRE !

Toda esta realidad de Dios es visible y experimentable en ese CRISTO VIVO QUE VIVE EN MI Y EN LOS DEMÁS y que me dice constantemente en mi corazón y mi cerebro:

“El que cree en Mí, aunque muera vivirá. Y el que cree en Mí no morirá jamás.”

Para creer, queridos amigos, es justo y necesario aceptar el amor y vivirlo hasta que duela.

Si mi religiosidad es apariencia o barniz, excusa o promoción, activismo o aparato; si creo que me puedo salvar solo, tendré ya mismo que revisar mi creencia.

Creer es mirar con tus ojos, Señor, y darle a la vida todo su valor!!!!

El valor de la fe, de la esperanza, del amor!!! En todo esto, creo.

 

INTERCEDER

Queridos  amigos, hoy los invito a que abran su corazón  a este aspecto de nuestra vida que es tan importante para ser felices: INTERCEDER POR LOS DEMÁS…

Qué es interceder sino obrar para que el otro no reciba un castigo, para que pueda ser perdonado???

Escuchen, no vivieron nunca la experiencia de que alguien que los quiere mucho, interceda ante otro para que este no lo condene por una deuda, por un agravio, por un desprecio cualquiera?? Y que consiguiera el perdón para ustedes??

Y lo más grueso, que a través de esa intercesión ustedes quedarán reconciliados con aquella persona herida o lesionada en sus intereses, en su afectividad, en su vida??

El que se solidariza con nosotros,  ese es el que auténticamente puede interceder, para conseguir salvarnos.

Acá no se trata de un arreglo, ni coimear ni pretender que el acreedor mire para otra parte.

Se trata de gestionar y obtener un perdón total y definitivo, de manera que yo pueda vivir sin la sombra de la deuda ni la amenaza del castigo. Todo ser humano necesita un intercesor que intervenga para solucionar esta situación, porque sino nuestra vida se convierte en angustia, ansiedad, depresión, desesperación.

Y quién puede interceder mejor que CRISTO  por todos y cada uno de nosotros??

Por las mías no puedo arreglar nada, no llego a recomponer mi relación con Dios Padre. Necesito a >Jesús<, gran y único intercesor para obtener nuestra salvación.

Alguno podrá decir: -Me parece que a este que habla le zumba el trompo. Si no pongo la plata me pasan por arriba, me revientan, me ejecutan. Es capaz que hasta para llegar al Cielo me van a cobrar peaje, o por lo menos algún sellado.”

Es una lastima que no me quiera meter por el ojo de la cerradura, para salir de mi encierro a la libertad de CRISTO, MI VERDADERO Y DEFINITIVO GESTOR-INTERCESOR, si yo acepto su presencia y su amor.

Seremos capaces hoy, queridos amigos, de ser intercesores de los enfermos, los necesitados, los pobres, el que no tiene trabajo, el que tiene problemas familiares, el que sufre en silencio sin rumbo y sin fe?

Seremos valientes y decididos para interceder ante  CRISTO  por aquellos que nos hacen mal, que nos tratan mal?

Pavada de intercesión, no es verdad?

El buen gusto de…PENSAR

El ejercicio de formarse ideas en la mente, significa reflexionar, es decir, no hablar antes de madurar lo que voy a expresar.

Pensar es la facultad extraordinaria del ser humano, que también significa, cavilar, deliberar, discurrir, ensimismarse, especular, meditar, recogerse interiormente.

También – aunque menos lo apliquemos – pensar es razonar y creer.Y es en este aquí y ahora que nos metemos por el ojo de la cerradura, para salir al aire libre de la luz y la verdad.

Decía el P.Zezinho en una de sus canciones: “Estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor”.

 Y al pensar en Dios mis pensamientos se llenan de paz y alegría, de esperanza y amor, porque desde la fe voy a Cristo, que está en mis cosas, mis trabajos, en mis tropiezos y mas todavía, ayudándome a levantarme en mis caídas.

Mi pensar también manifiesta mi fe.

Si al pensar en mi cruz de cada día, caigo en el desanimo, la bronca o la blasfemia, quiere decir que todavía no entendí que llevando mi cruz estoy transportando mi propia salvación, porque me niego a mi mismo y voy siguiendo, aunque sea de lejos, al mismo Jesús.

Si mi pensar cotidiano esta puesto en Dios, inevitablemente comenzare a pensar en mis hermanos, en mi prójimo mas próximo.

Pensar en Dios me llevará entonces al traqueteo conciente de servir, ayudar, acompañar, socorrer, bancar no solamente a mis familiares y amigos, sino también a mis compañeros de trabajo, a los socios de mi club, y hasta el desconocido  que me pide ayuda en el semáforo o que golpea la puerta de mi casa. Y no se trata de pensar en limosnas, si es que mi vida muestra mi fe.

Demos gracias si al meternos hoy por el ojo de la cerradura y salir a pleno sol, para pensar de verdad en lo que somos y adonde vamos, hemos descubierto cosas nuevas dentro de las que ya conocemos.

Nada pensaremos entonces para satisfacer nuestro egoísmo, vanidad y amor propio , solamente nuestro pensar estará en Dios, su voluntad, su agrado, su gloria.

Entonces, nuestro pensar se transformará en oración interior, para alabar al Padre-Dios y adorarlo en espíritu y verdad.

Entonces, nuestro pensar será un  deleite, y el gozo de nuestra alma, perfecto.

“Estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor.!!!”

REPARAR

Hola amigos, como están?? Tienen ya en sus manos la llave del corazón?? Sí?? Muy bien, entonces nos metemos ya por el ojo de la cerradura, abrimos, y salimos a disfrutar al aire libre, de la verdad, de la paz, de la j justicia, del amor.

Me gustaría compartir con vos, con ustedes, el buen gusto de…reparar. Si, reparar, que significa componer, arreglar, restablecer, enmendar, corregir, reflexionar, considerar, restablecer las fuerzas.

Acostumbrados como estamos a atarlo todo con alambre o en forma provisoria, nos puede resultar dificultoso muchas veces intentar una reparación a fondo, que nos haga posible llegar sin mayor problema hasta el final del camino.

Y  a lo mejor, lo mas bravo es detenerme , para ayudar a otros que están parados al borde del camino a reparar los daños o averías que están padeciendo, y que les impide disfrutar – como a mi  mismo – del rodaje de la vida.

Claro que no estamos hablando de un service o de una reparación liviana, como para seguir andando.

Se trata de reparar mi persona con repuestos legítimo, y de fábrica

(Oración, palabra de Dios, sacramentos, dirección espiritual) que pongan en marcha nuevamente mi vida cristiana, para seguir mi transito hacia Dios.

A lo largo de cada día, es mucho lo que podemos reparar también en nuestra relación con los demás.

En este caso, tendremos que usar algunos repuestos que no se consiguen ya en todas partes: amabilidad, honestidad, comprensión, ponerme en el cuero del otro,  acompañamiento, etc.

Reparar nuestra alegría y dedicación personal tal vez sea lo más difícil, porque en cada uno de nosotros, puede haber más demolición que reconstrucción, más tristezas que felicidad.

Como puedo sentirme bien si no reparo mi afectividad con mi esposa, con mis hijos, con mis conocidos y amigos??

Como podré avanzar en mi camino si no tengo el equipo en condiciones??

Preste atención, por favor:

El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar;

En praderas cubiertas de verdor El me hace descansar.

Me conduce a las aguas de quietud

Y REPARA mis fuerzas!!

Dios es el gran reparador de mis fuerzas, hasta el fin.

Confío en El, siempre!!!!!

¿ QUE ES LA ESCRITURA CREATIVA ?

por SELECTO ENRIQUE PEREZ SAMBUCETY

Crear es traer de la nada al ser.
Usted va siendo escritor cuando crea una construcción literaria, sin mas herramientas que sus dones o talentos, cultivados con la guía necesaria de un maestro.
Todos aprendemos a cocrear del único MAESTRO CREADOR.
Lo que vamos cocreando revela nuestra condición de criaturas. Tener creatividad, por lo tanto, es confiar, dejándose llevar por el gozo del espíritu, al encontrar el sentido de y en las palabras que vamos escribiendo.
Palabra creativa es la que puede despertar a la vida y en la vida, a cualquier persona en búsqueda de un propósito y su sentido.
Escribir: te quiero, solo es un relato de algo que me pasa. En cambio, deletrear: te amo… es una propuesta de algo que me desborda a tal punto que solo se entiende sin relato alguno, solo se consuma en la donación total del propio ser.
Hoy pensé en escribirte algo nuevo, para crear entre nosotros un vinculo distinto, trascendente. Entonces, pensé: para mi, solo tú
Y pensando en escribir, me puse a leer tu belleza, siendo feliz para siempre…
William Hertz ®

QUIÉN TIENE RAZÓN ?

Persistimos en decirle a los demás el deber ser, sin previa consulta con nuestra interioridad y que sentido tiene lo que vivimos o intentamos vivir.
Es entonces que descubrimos la precariedad de lo que somos y nuestro vago conocimiento del ser propio o bien, ajeno.
Ademàs, fijese usted, la música discordante con que acompàñamos nuestra prosa de autojustificacion, hiere agresivamente el sistema auditivo del otro.
Un te quiero suena como odioso y odiable, caramba…
Es tan fina la piel de nuestra ultrasensibilidad hueca, que el menor roce la desgarra y brota a torrentes la sangre de mi incapacidad de amar
Porque, perdóneme, refregar egoísmos y requerimientos no es amar, aunque las telenovelas quieran justificarlo.
Y como determinar con certeza quien tiene razón?
La razonabilidad de un acontecimiento humano se nutre de la coherencia entre pensamiento, palabra y acción.
De allí que en la pràctica sea tan complicado ser razonable en la colmena de la humanidad.
Sin embargo, cuando manejamos los valores con probidad y persistencia, es mas sencillo y productivo encontrar la razón del existir humano: vivir en la verdad, la justicia, la paz , el amor y la libertad.


© Ernesto Alejo Serra

PIEDAD Y POLÍTICA

Por Selecto Enrique Pérez Sambucety

Necesariamente el cristiano, que en definitiva es un bautizado que intenta, a partir de su propia conversión a Cristo, vivir los criterios y valores evangélicos en lo cotidiano,  es la persona ideal para vivir el hecho religioso como experiencia política, atendiendo como consecuencia al bien común.

A cada instante, en cada acción habitual, encarno el ideal cristiano y mi gimnasia política pasa necesariamente por mi vida de piedad, puesto que para poner en la cultura el acento del bien común, es justa y necesaria mi relación íntima y filial con Dios, fuente de toda razón y justicia, como dice el Preámbulo de la Constitución vigente.

Pero obras son amores y no buenas razones: por los frutos los conocerán; esta es la prueba de fuego de toda militancia política, que cuando es auténtica como lo debe ser la piedad, no se nutre de retórica ni dialéctica sino de obras que confirman la fe. Los actos de piedad, tanto como los actos políticos siempre serán coherentes con nuestra vida. No puedo en mi ser político, dejar de ser hombre y renegar de la vida, olvidando a las personas, propiciando una cultura de muerte: aborto, eutanasia, contraconcepción, manipulación genética. 

Tampoco puedo como hombre piadoso dejar que hermanos que llaman  éxito político a la coima, al contubernio, al acomodo, a la chapita, capitalicen la inercia o la indiferencia inmovilizante de otros hermanos. Mi acción al modo de fermento evangélico en los ambientes es acción política, tal vez la única y la más importante que pueda efectuar en mi vida.

El hombre procede como animal cuando no comparte, NO SOLO LA COMIDA, sino educación, vivienda, salud, seguridad, con los demás hombres. La tendencia humana no es solo vivir mejor sino ser mejor, cuando miro la política desde mi piedad, no desde mi partido.

La dificultad grande para mi acción política no pasa por lo que tengo enfrente o por los ambientes en los que estoy inmerso, sino por mi ilusión, entrega y espíritu de caridad en la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano en lo habitual.

Mis criterios y valores no son los del mundo y si llegasen a ser los del mundo y contemporizo y homologó con mis actitudes esos contravalores que ofrece el mundo, entonces mi acción es solo una excusa politiquera y no reflejo de mi vida de piedad.

Cuando decimos que el pecado es el gran obstáculo a la vida de gracia y reconociendo que es así, no olvidemos que Jesús intervino políticamente en el mundo del pecado, con su gracia. Porque donde abunda el pecado sobreabunda la gracia. Por eso no puedo tener temor ni pudor político en mi acción apostólica en los ambientes.

Cuando hablamos de política enseguida nos apasionamos y discutimos por aspectos partidarios, olvidando que el mensaje cristiano y su aplicación práctica desborda lo partidario, porque plenifica el bien común. Por eso no puede escudarse diciendo que yo no puedo participar en política, cuando se que toda acción apostólica que promueva o emprenda en mis ambientes se debe nutrir necesariamente de criterios y valores que apuntan al bien común, fruto de mi  vida de piedad.

 

La pregunta que vale la pena formularse hoy: ¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo que me toca vivir y ser feliz? Necesariamente me llevará a una opción política, más allá de lo partidario. Pero no olvidemos que Jesús siempre tomó partido, y nos exhorta a buscar el Reino y su Justicia.

 

Finalmente, la política actual y el fenómeno de la globalización, la crisis financiera y demás yerbas para justificar lo injustificable, constituyen un desafío a nuestra vida de piedad. Pero pensemos:

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  • Cristo fue libre y predicó la libertad de los hijos de Dios.
  • La libertad es también desprendimiento de las cosas. Recordemos la primera bienaventuranza.
  • Quien es políticamente mayor o más importante, hágase servidor de los demás.
  • El deseo de alcanzar el poder, lleva a componendas, manipulaciones y servidumbres. Cristo fue independiente ante sacerdotes, fariseos, saduceos, reyes, gobernantes o administradores.
  • En política el que pierde gana si sigue apuntando al bien común.
  • La común filiación del Padre trae como consecuencia la comunión de bienes. Miremos los primeros grupos cristianos en los Hechos de los Apóstoles.
  • El auténtico político pasa haciendo el bien, como Cristo. Es sensible a las necesidades humanas; el hombre, cada hombre o mujer o niño no son solo un dato o un instrumento para el cambio. La auténtica política apunta a las personas en su situación. No puedo ser un dirigente político adinerado cuando los dirigidos se mueren de hambre y necesidades. La redención pasa por el sufrimiento y muerte propia, no la del prójimo.
  • Cristo, máximo dirigente político de la Historia, hostiga tanto la mentira y el fariseísmo de los dirigentes de su época, como la dureza de los frustrados, que solo envidian o ansían lo que no pudieron alcanzar.
  • Cristo manda no juzgar para no ser juzgados. Veamos cómo actuamos nosotros como dirigentes en lo cotidiano y habitual de los ambientes.
  • No utiliza como presión el poder o el poder del grupo, la espada o las legiones de ángeles. Solamente el poder del servicio.
  • Cristo vive intensamente su existencia; el despojamiento es sólo condición para poseer, amar y vivir más. La muerte es arrastrada como contribución a la vida.